Miguel “Miguelito” Debasa fue mucho más que un piloto de rally en Catriel y la región, fue un emblema de perseverancia, pasión y dedicación que dejó una huella imborrable en el deporte motor local.
Deportes
2 de noviembre de 2025
Desde muy joven, Miguel se vinculó con el automovilismo rural y el rally, no solo como conductor, sino también como constructor y preparador. Junto a su familia, diseñaba y preparaba sus autos de carrera, fusionando talento y trabajo artesanal. Esta combinación le permitió ser un protagonista habitual en competencias nacionales de renombre, especialmente en la histórica Vuelta de la Manzana, donde compitió con figuras destacadas como Jorge Recalde y Gabriel Raies. Su Renault 18 se convirtió en símbolo de coraje y destreza en cada tramo.
Su legado deportivo permeó generaciones: sus hijos Mauro y Maximiliano Debasa heredaron la pasión y siguen manteniendo vivo el apellido y la tradición en las rutas del rally regional, con destacadas actuaciones que mantienen en alto el espíritu competitivo de la familia.
La historia de Miguel se entrelazó íntimamente con la identidad deportiva de Catriel. Con más de 40 años involucrado en el deporte motor, se ganó el respeto y el cariño de toda la región, y fue reconocido oficialmente por la Municipalidad de Catriel como una figura capital para el deporte local.
En reconocimiento a su legado y aporte al automovilismo, una de las etapas del Rally Regional “Portal del Valle” lleva el nombre de Miguel Debasa, en honor a la figura emblemática del deporte motor de Catriel y la Patagonia. El nombramiento de esta etapa es un símbolo de gratitud y respeto por su trayectoria como piloto, preparador y motivador del deporte motor regional. Su nombre seguirá presente en cada curva y en cada carrera, acompañando a la próxima generación que busca en él un ejemplo a seguir.
Este homenaje se concretó en la anteúltima fecha del Rally Regional de 2025, disputada en Chichinales, donde Miguel, presente como espectador y referente, sufrió el paro cardíaco que terminó con su fallecimiento. La etapa “Miguel Debasa” abarca varios tramos especiales que fueron recorrido y celebrado por pilotos y aficionados, reforzando el recuerdo y la memoria viva de quien dedicó su vida a las rutas de tierra y a la pasión por el rally.
Su historia es un testimonio de un hombre que aceleró no solo su auto sino el corazón del automovilismo patagónico, marcando un camino de esfuerzo, familia y pasión para las futuras generaciones de Catriel y la región es, sin duda, parte de la memoria viva de Catriel, su espíritu sigue rugiendo en cada motor y en cada curva disputada en los caminos de tierra que él recorrió con valentía y orgullo.
Parte de su destacada de su trayectoria
●Década de 1980: Inició su carrera deportiva compitiendo en automovilismo rural en Catriel y alrededores, construyendo y adaptando sus propios vehículos con gran ingenio junto a su familia.
●Finales de los 80 y principios de los 90: Se consolidó como piloto de rally regional, participando en pruebas emblemáticas del Alto Valle y extendiendo su fama por la Patagonia.
●1990: Debutó en la Vuelta de la Manzana, competencia nacional de gran prestigio, donde se destacó por su pilotaje y resistencia, ganándose el reconocimiento de expertos y aficionados.
●1990-2000: Participó en múltiples ediciones de rally regional y nacional, enfrentándose a figuras de elite como Jorge Recalde, recibiendo homenajes por su valentía y su estilo de conducción agresivo pero seguro.
●Década de 2000: Comenzó a transmitir su experiencia a la siguiente generación, principalmente a sus hijos Mauro y Maximiliano Debasa, quienes tomaron la posta en el automovilismo regional.
●Últimos años: Continuó ligado al deporte motor como referente, participando en organizacioness y eventos, siendo una figura de inspiración para pilotos locales y vecinos.
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El comunicado oficial
El comunicado institucional informó que «en horas de la mañana, a las 11:20, ingresó a la Guardia un paciente adulto mayor con un cuadro de descompensación hemodinámica severa, prácticamente sin pulso al arribo».
«El equipo de salud activó de inmediato el protocolo de emergencia cardiovascular y se realizaron todas las maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar indicadas para este tipo de situación crítica. A pesar del esfuerzo sostenido del personal médico y de enfermería, y del trabajo conjunto con los equipos de Terapia Intensiva y Cardiología, la evolución clínica resultó desfavorable y el paciente falleció».
Finalmente, expesaron que «la familia acompañó permanentemente durante el proceso y expresó su agradecimiento al personal por la atención recibida y el compromiso demostrado en todo momento».
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El legado deportivo permeó generaciones: sus hijos mantienen vivo el apellido y la tradición en las rutas del rally regional, con destacadas actuaciones que mantienen en alto el espíritu competitivo de la familia.
Su historia es un testimonio de un hombre que aceleró no solo su auto sino el corazón del automovilismo patagónico, marcando un camino de esfuerzo, familia y pasión para las futuras generaciones de Catriel y la región.
Miguel Debasa es, sin duda, parte de la memoria viva de Catriel,, fue mucho más que un gran piloto; fue un comerciante y vecino comprometido con su comunidad que supo ganarse el cariño y respeto de todos en Catriel. Su vida combinó la pasión por el automovilismo con el esfuerzo cotidiano de sostener un negocio local, características que lo definieron como un hombre integral, dedicado y humilde.
Miguel fue un referente para generaciones, un ejemplo de trabajo y perseverancia que inspira a quienes lo conocieron. Su nombre estará por siempre ligado no solo a las victorias y desafíos del deporte motor, sino también a la historia viva de Catriel y su identidad.
Como piloto, como comerciante, como vecino, Miguel Debasa deja una huella imborrable que seguirá latiendo en el espíritu y la memoria de su ciudad. Su pasión, su entrega y su sencillez son el motor que seguirá impulsando a Catriel hacia adelante.
Miguelito siempre será recordado como un hombre que aceleró con el corazón, no solo un auto. Su carrera se apagó, sí, pero la inspiración que dejó seguirá encendida para siempre.